Vista aérea de Ses Illetas, una de las maravillas baleares.

Catamarán a vela con parada en Ses Illetas o S'Espalmador

Cancelación gratuita hasta 1 día

Desde

99 €
Elige la fecha, hora y asistentes

Detalles

  • Nivel de la actividad: 1/5 Nivel bajo
  • Esta actividad es totalmente accesible para personas con movilidad reducida
  • Actividad no apta para carros o sillas de bebé
  • Mascotas no permitidas
  • Bono digital. No es necesario que lleves tu reserva impresa
  • Punto de encuentro:
    Puerto de Ibiza: Marina Botafoch, carrer de la Mola 34 – 4.

Qué incluye

  • Barra libre de cerveza, sangría, refrescos.
  • Snacks: Patatas, olivas y frutos secos.
  • Comida: Ensalada, barbacoa, Fruta.
  • Deportes acuáticos: Snorkel y paddle surf.
  • Mochila, mapa y crema solar.

Cancelaciones

  • Cancelación gratuita. Puedes cancelar sin coste hasta 1 día antes del inicio de la actividad. Si cancelas con menos tiempo, llegas tarde o no te presentas, no se obtiene ningún reembolso.

¿Qué harás?

Zarpamos desde el puerto dejando atrás Ibiza, mientras el sol empieza a subir y el aire huele a sal y madera mojada. El catamarán avanza suave, y con él, también el ritmo del día: más lento, más suelto, como si al alejarse de tierra firme se pudieran soltar también las prisas.

La primera parada será en una cala cercana a la isla. El agua, allí, es tan clara que el fondo se dibuja como si alguien lo hubiese trazado a lápiz. Saltar al mar es lo más natural del mundo. Se oye el chapoteo de quien ya ha saltado, risas cortas, algún suspiro de alguien que simplemente se deja flotar, sin hablar, dejando que el sol haga lo suyo.

Después, navegamos hacia el norte de Formentera. Según el día y el viento, el catamarán fondeará frente a Ses Illetes o S’Espalmador. Ambas parecen sacadas de un lugar que no necesita filtros: el agua turquesa casi se funde con el cielo, y la brisa arrastra un olor suave a pino y sal. La arena, fina como harina, queda a pocos metros, pero nadie tiene prisa por llegar. Se respira algo entre calma y asombro.

Allí se sirve la comida: ensalada fresca, fruta y una barbacoa que empieza a oler antes de que uno vea el humo. Mientras tanto, barra libre de cerveza, sangría, refrescos y zumos, y algo para picar: patatas, olivas, frutos secos.

Todo sabe mejor con los pies mojados o después de un rato remando en paddle surf o buceando con las gafas puestas de snorkel, en silencio. También podrás lanzarte desde el tobogán en la popa, un gesto sencillo que devuelve algo de infancia al día.

Quizá no recuerdes el día exacto, pero sí el tacto del mar, el olor a brasa y la sensación de no querer estar en ningún otro sitio. ¡Prepárate para una jornada entre bancos de arena que parecen flotar, y cuevas enrojecidas por el sol!