La jornada comienza con un traslado desde Cracovia hasta Auschwitz-Birkenau, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con un guía acreditado recorrerás los espacios que aún conservan la memoria de lo ocurrido: patios silenciosos, restos de edificaciones y los estrechos caminos por los que los prisioneros se movían entre cocinas y talleres.
Tras una breve pausa en Cracovia, el contraste se hace evidente en las Minas de Sal de Wieliczka. Descenderás a galerías subterráneas donde el aire húmedo huele a mineral.
Una vez aquí, los lagos salinos reflejan la luz tenue como espejos dorados, mientras pasadizos laberínticos y cámaras talladas culminan en la Capilla de Santa Kinga.
Este broche final nos deja una experiencia que conmueve y hace reflexionar antes de regresar a Cracovia en autobús.