Detalles
Qué incluye
- Paseo en barca tradicional con guía local.
Cancelación gratuita hasta 1 día
Desde
La barca de madera avanza lenta, dejando atrás el puerto. El sol cae sin prisa sobre el agua, el aire huele a sal y las rocas del Montgrí comienzan a perfilarse a estribor. Punta Salines y El Falaguer abren el recorrido: acantilados que bajan en vertical hasta tocar el mar, sin un edificio a la vista.
Más adelante, Cala Pedrosa aparece encajada entre piedras redondeadas. Las olas apenas alcanzan la orilla y la claridad del agua revela el fondo sin esfuerzo. Luego, Cala Ferriol, rodeada de bosque, con el verde asomando hasta el mismo mar. El silencio cambia con cada cala.
Frente a nosotros, la Roca Foradada. Una abertura natural atraviesa la roca como un pasadizo tallado por siglos de oleaje. La barca entra. Por un momento, todo se vuelve sombra y eco, hasta que la luz reaparece y el azul vuelve a brillar.
Si las condiciones lo permiten, nos acercamos a Las Tres Cuevas. Una de ellas se abre lo justo para deslizarse dentro, y se escucha el mar como si respirara.
En verano, cuando el mar lo permite, se hace una parada para el baño. Un salto, agua fresca, sal en la piel y risa compartida.
La última parte del recorrido cruza la Reserva Natural de las Islas Medas. Bajo los pies, a través de los cristales del fondo de la barca, peces, posidonia y formaciones rocosas dibujan un paisaje submarino en calma.
Una mujer se queda mirando el agua. Un niño pregunta si esos peces viven ahí todo el año. El motor baja su ritmo.
El Mediterráneo aún guarda rincones así. Esta es tu oportunidad para verlos de cerca.