Georgetown sorprende sin hacer ruido, pero no te dejes engañar. Calles de piedra y cafés con vida, donde lo colonial se mezcla con el pulso actual de la ciudad. Aquí, el pasado no descansa.
La Avenida de la Constitución impone desde el primer paso. Edificios que cuentan batallas, victorias y decisiones que todavía resuenan. Cada monumento es un recordatorio palpable del camino recorrido.
Los monumentos finales golpean por su peso y significado. La Piscina Reflectante ofrece un respiro breve, un instante para mirar alrededor y absorberlo todo. La Casa Blanca y el Capitolio te colocan justo en el centro del poder.