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Detalles

  • Duración:
    2 h 30 min aprox.
  • Nivel de la actividad: 1/5 Nivel bajo
  • Esta actividad no es apta para personas con movilidad reducida
  • Actividad no apta para carros o sillas de bebé
  • Mascotas no permitidas
  • Bono digital. No es necesario que lleves tu reserva impresa
  • Punto de encuentro:
    Anthia Diving Center, en Porto de Abrigo de Sesimbra, Loja 1 – 2970-152 Sesimbra.

Información importante

La edad mínima para participar en este tour es de 2 años.

Qué incluye

  • Observación de delfines con guía local.
  • Chaleco salvavidas.
  • Agua.
  • Dulces regionales.
  • Botiquín de primeros auxilios.
  • Seguro de Responsabilidad Civil.

Cancelaciones

  • Cancelación gratuita. Puedes cancelar en cualquier momento antes del inicio de la actividad. Si llegas tarde o no te presentas, no se obtiene ningún reembolso.

¿Qué harás?

No hace falta ir lejos. Muy cerca de Setúbal, entre aguas tranquilas y fondos marinos ricos, viven varias colonias de delfines en libertad. Salimos en barco desde el puerto, con un equipo local que conoce bien la zona y a los animales. No se persiguen, no se fuerza nada. Se navega con respeto. Ellos deciden si se acercan. Y lo hacen. Siempre.

Durante la travesía, el paisaje acompaña. La sierra de la Arrábida al fondo. Calas escondidas, acantilados, mar en calma. Verás grupos nadando junto al barco, jugando con las olas, saltando. A veces se acercan tanto que puedes oírlos respirar. No hay barreras. Tampoco cristales ni espectáculos. Solo tú, el mar y ellos.

Estás en cubierta, mirando al agua. Primero nada. Luego una aleta. Y de repente, ahí están. Es un momento breve, pero muy claro. No necesitas saber mucho de animales marinos para entender que estás viendo algo especial. Se nota. Lo sientes. Y se queda contigo mucho después de volver a tierra. En ciertas épocas, y con algo de suerte, también pueden aparecer ballenas o incluso orcas. No es lo habitual, pero ocurre.

La experiencia dura unas dos horas, aunque el tiempo pasa de otra forma cuando estás en alta mar. Hay momentos de emoción y también ratos en los que simplemente se navega, se escucha el viento, se mira al horizonte. El silencio, la espera, la posibilidad de lo inesperado. Todo eso forma parte del viaje.

Trae protección solar, algo de agua, una gorra. Calzado cómodo. Ropa ligera, pero con algo de abrigo si refresca. Y sobre todo, tiempo sin prisa. No vienes a buscar espectáculo. Vienes a compartir un rato con el mar y a ver si él, generoso, te deja ver algo.

Una excursión sencilla, respetuosa, guiada por gente local. Ellos siempre están. Y si el mar quiere darte más, mejor aún.

No es una atracción. Es uno de los pocos lugares donde la vida marina se deja ver sin jaulas, sin trucos, solo porque tú estás en su camino.