En el barco con visión submarina, los más pequeños también toman el timón.

Paseo en barco con visión submarina por Arrábida

Duración
2 h aprox.

Cancelación gratuita hasta el último minuto

Desde

25 €
Elige la fecha, hora y asistentes

Detalles

  • Duración:
    2 h aprox.
  • Nivel de la actividad: 1/5 Nivel bajo
  • Esta actividad no es apta para personas con movilidad reducida
  • Actividad no apta para carros o sillas de bebé
  • Mascotas no permitidas
  • Bono digital. No es necesario que lleves tu reserva impresa
  • Punto de encuentro:
    Anthia Diving Center, en Porto de Abrigo de Sesimbra, Loja 1 – 2970-152 Sesimbra.

Información importante

La edad mínima para participar en este tour es de 2 años.

Qué incluye

  • Paseo en barco con guía local.
  • Chaleco salvavidas y agua.
  • Degustación de productos regionales.
  • Seguro de Responsabilidad Civil.

Cancelaciones

  • Cancelación gratuita. Puedes cancelar en cualquier momento antes del inicio de la actividad. Si llegas tarde o no te presentas, no se obtiene ningún reembolso.

¿Qué harás?

Si te apetece asomarte al fondo del mar sin tener que bucear, este paseo es para ti. Subes al barco, te pones cómodo, y en unos minutos estás lejos del ruido, con la costa de Sesimbra a un lado y la Serra da Arrábida al fondo. Aire limpio, horizonte claro, y el ritmo del mar marcando el paso. Suena bien, ¿no?

El barco tiene ventanas laterales sumergidas, justo por debajo de la línea del agua. A través de ellas puedes observar lo que ocurre bajo la superficie, sin necesidad de meterte en ella. No es un truco ni una simulación. Es el mar tal cual. En tres paradas diferentes verás bancos de peces, algas, formaciones rocosas.

Puedes moverte entre cubierta y zona de observación como te apetezca. Cada persona lo vive a su manera. No hay turnos ni tiempos marcados. Vas a tu ritmo. Puedes quedarte arriba, bajar varias veces o simplemente observar en silencio.

Durante el recorrido se bordean calas escondidas, acantilados, playas a las que solo se llega desde el mar. En una de las paradas estarás frente a Ribeiro do Cavalo, con su arena clara y ese color turquesa que no necesita filtros. Un sitio al que no siempre se accede, pero que deja huella. Es difícil olvidarlo. Da igual cuántas veces lo veas.

Entre parada y parada, te ofrecen algo sencillo: un bocado local, dulce o salado, algo fresco. Hecho aquí. Sabores que acompañan sin robar protagonismo. Solo un pequeño gesto para redondear el trayecto.

No necesitas correr, ni saber nada, ni hacer nada especial. Solo traer ropa cómoda, protección solar y dejarte llevar. Si te gusta mirar con calma, este paseo está pensado para ti. Y si no, pruébalo. Puede que te sorprenda.