Sachsenhausen fue uno de los campos de concentración más significativos del régimen nazi, operativo desde 1936 hasta 1945. Concebido inicialmente como centro de entrenamiento para oficiales de las SS, se convirtió en un lugar de internamiento para decenas de miles de personas perseguidas por razones políticas, religiosas, étnicas o sociales. Su cercanía a Berlín lo convirtió en un símbolo del control y la represión ejercida desde el corazón del Tercer Reich. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Sachsenhausen continuó teniendo un papel histórico al ser reutilizado como campo especial soviético hasta 1950. De este modo, su memoria abarca no solo el nazismo, sino también la complejidad de la posguerra en Alemania.
