El Parque Natural de Corralejo se extiende a lo largo de ocho kilómetros de costa en Fuerteventura y es famoso por sus grandes dunas de arena blanca junto al Atlántico. Este contraste entre desierto y mar lo convierte en uno de los paisajes más singulares de Canarias. Su origen geológico está ligado a la erosión de conchas marinas y restos volcánicos, lo que explica el color claro de la arena y la sensación de estar en un paraje casi desértico junto al océano.
