Información útil

La Cala de Sa Ferradura se encuentra en la bahía de Sant Miquel, al norte de Ibiza. Su nombre proviene de la isla privada que se sitúa justo en el centro de la bahía, cuya forma recuerda a una herradura y que se ha convertido en una de las imágenes más singulares de la zona. Lo que distingue a este rincón no es solo la isla, sino también el entorno natural que lo rodea. La bahía ofrece aguas tranquilas y protegidas, ideales para nadar o practicar deportes acuáticos, y está rodeada de colinas cubiertas de vegetación mediterránea. Se trata de un lugar de gran atractivo paisajístico, donde conviven la parte accesible de la playa con la curiosidad que despierta una de las islas privadas más conocidas de Europa.

La cala y su franja de arena son de acceso público, como ocurre con el resto de playas de Ibiza. Cualquiera puede acercarse a bañarse en la bahía, disfrutar de las vistas o pasear por la zona sin necesidad de permiso. La isla de Sa Ferradura, en cambio, es completamente privada. No se puede acceder a ella ni recorrer sus instalaciones, ya que está gestionada como una propiedad particular. Esta diferencia es importante, porque explica la confusión habitual entre la cala, que es pública, y la isla, que no lo es. De este modo, los visitantes pueden disfrutar sin problemas de la playa y el entorno natural de la bahía, siempre teniendo en cuenta que la isla visible frente a la costa no está abierta al público.

La playa situada en la bahía de Sant Miquel es amplia, con arena clara y aguas poco profundas en la orilla. Esto la convierte en una opción adecuada para familias y para quienes buscan un baño relajado sin complicaciones. El mar suele mantenerse en calma gracias a la protección que ofrece la isla de Sa Ferradura. Esa misma circunstancia intensifica el color azul del agua y permite ver el fondo marino con facilidad, algo muy apreciado por quienes disfrutan del snorkel. En los alrededores no faltan servicios turísticos habituales, como bares, restaurantes y alojamientos en la zona de Sant Miquel. La experiencia combina, por tanto, la belleza de una cala natural con la comodidad de contar con facilidades a muy poca distancia.