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Desde
Punto de salida
Desde la estación Central, rumbo a Brujas en autobús privado mientras el guía comparte curiosidades (de esas que no solo conocen los locales).
Transporte
Canales tranquilos, fachadas medievales y vistas que parecen diseñadas para la portada de una postal, pero en movimiento. El momento en el que el barco gira y aparece el Campanario será difícil de olvidar.
Visita guiada
Plaza Mayor, Markt, Burg… y calles que recuerdan a los mercaderes de antaño. Carros, voces y olor a pan recién hecho.
Regreso
Volvemos al punto de partida, con ganas de contar lo vivido y, quién sabe, quizás de volver pronto. Sí, pasa más de lo que crees.
En Brujas, los canales abren paso entre fachadas que parecen detenidas en otro siglo. El barco avanza lento y, al girar, el Campanario se impone sin aviso.
Ya en tierra, calles adoquinadas, plazas amplias y olor a pan recién hecho. Las voces se mezclan con el sonido lejano de campanas y el paso de algún carruaje. Más adelante, gofres recién salidos horneados, cervezas servidas con mimo, quesos fuertes en escaparates estrechos.
Sí, y se realiza siempre que la meteorología lo permita.
Unas dos horas para comer, comprar o explorar por tu cuenta.
Sí, tanto en Brujas como en el trayecto.
Sí, es apta para familias y los más pequeños disfrutan mucho del barco.
No, debido a los tramos empedrados y al paseo en barco.
En noruego antiguo, Brujas significa “puentes”. Aquí hay más de 80, tantos que podrías cambiar de barrio sin darte cuenta.
