Detalles
Qué incluye
- Paseo en barco con guía local.
Cancelación gratuita hasta el último minuto
Desde
Esta ruta marítima comienza en Mundaka, puerto con alma surfera y punto de partida hacia una de las travesías más evocadoras de la costa vasca.
En cuanto el barco se adentra en el mar, a babor aparece la ermita de Santa Catalina, erguida sobre el verde que se asoma al Cantábrico. En el horizonte se dibuja el perfil del puerto de Bermeo, con su historia pesquera aún latente entre barcas y casonas marineras.
La embarcación toma rumbo noreste, acercándose poco a poco a la isla de Izaro, espacio natural protegido y testigo silencioso de batallas, naufragios y leyendas locales. El barco la deja a un lado, respetando su silueta aislada, y continúa paralelo a la costa en dirección a uno de los paisajes más salvajes de la zona.
La siguiente imagen es la de la playa de Laga, amplia, ventosa y salvaje, un arenal encajado entre montañas que funciona como anticipo del imponente cabo de Ogoño. Aquí, los acantilados se convierten en protagonistas: caídas verticales de piedra que terminan bruscamente en las aguas del Cantábrico, donde el mar golpea con fuerza y belleza.
Bordeando el cabo, la costa se torna más recogida y el barco entra en aguas tranquilas rumbo al puerto de Elantxobe, uno de los rincones más pintorescos del litoral vizcaíno. Las casas se encaraman a la ladera como si escaparan del mar, los colores vivos contrastan con la piedra y la historia se adivina en cada esquina.
Una travesía breve pero intensa, donde el mar y la tierra se abrazan para mostrar lo mejor del paisaje vasco: acantilados dramáticos, playas escondidas e historias marineras en cada puerto.
Una experiencia para navegar con los ojos abiertos y el alma en calma.