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Todo lo que puedes hacer en Parque Nacional de Doñana
Información útil
Doñana es uno de los humedales más importantes de Europa, un espacio natural que combina marismas, dunas móviles, bosques y playas. Su singularidad radica en la coexistencia de ecosistemas muy distintos en un área relativamente pequeña, lo que genera una biodiversidad excepcional. Este mosaico de hábitats lo convierte en refugio para miles de especies de aves migratorias y en un enclave único para entender la relación entre naturaleza y ser humano a lo largo de la historia.
Doñana es especialmente conocida por albergar al lince ibérico y al águila imperial, dos de las especies más emblemáticas de la fauna ibérica. Pero también destaca por su papel como santuario para aves migratorias, con más de 300 especies registradas a lo largo del año. Flamencos, garzas, ciervos y jabalíes completan una fauna que refleja la diversidad de ecosistemas del parque. Cada estación ofrece un espectáculo distinto, lo que convierte a Doñana en un lugar de observación privilegiado para amantes de la naturaleza.
El Parque combina marismas inundables, cotos de pinos y alcornoques, dunas móviles, playas vírgenes y zonas de matorral mediterráneo. Esta diversidad explica por qué ha sido considerado un laboratorio natural y un ejemplo de adaptación de especies a entornos cambiantes. Los contrastes entre la marisma estacional, que se inunda con las lluvias, y las arenas secas de los cotos muestran la riqueza ecológica de Doñana, un paisaje en constante transformación.
Los accesos principales se encuentran en Sanlúcar de Barrameda, Almonte y Matalascañas, desde donde parten rutas hacia distintos sectores. Lugares como la marisma del Rocío, la aldea de El Rocío o la playa virgen de Matalascañas ofrecen panorámicas representativas del parque. Las visitas suelen organizarse en vehículos autorizados o embarcaciones, lo que garantiza la preservación de los ecosistemas. Estos itinerarios permiten recorrer espacios de difícil acceso y entender la dimensión del parque sin alterar su equilibrio.
El Parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y Reserva de la Biosfera, distinciones que reconocen su valor universal como espacio de biodiversidad y conservación. Estos títulos lo sitúan entre los enclaves naturales más relevantes del planeta. Su protección no responde solo a criterios ambientales, sino también culturales, pues Doñana ha sido históricamente lugar de paso para comunidades humanas que aprovecharon sus recursos y dejaron huella en su paisaje.