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Se trata de la catedral gótica más grande del mundo y una de las obras maestras de la arquitectura europea. Fue construida sobre la antigua mezquita mayor de la ciudad, lo que explica la presencia de elementos islámicos como el Patio de los Naranjos o la Giralda, integrada como campanario. Más allá de sus dimensiones, la catedral simboliza la riqueza histórica y artística de Sevilla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En el interior destacan el Retablo Mayor, considerado uno de los más grandes y complejos del mundo, las capillas laterales y la tumba atribuida a Cristóbal Colón. El espacio sorprende por su amplitud y por la calidad de las obras que reúne. La riqueza artística se completa con vidrieras, pinturas y esculturas que abarcan varios estilos, desde el gótico al barroco, lo que convierte la visita en un recorrido por siglos de historia del arte.

La Giralda, antiguo alminar de la mezquita, es hoy el campanario de la catedral y uno de los símbolos más reconocibles de Sevilla. Su estructura combina herencia islámica y añadidos renacentistas, lo que refleja la continuidad cultural de la ciudad. Subir a la Giralda permite disfrutar de una de las panorámicas más célebres de Sevilla, con vistas a los tejados históricos y al río Guadalquivir.

La catedral es un ejemplo destacado del gótico tardío, con bóvedas de gran altura, arcos apuntados y una notable sensación de verticalidad. Al mismo tiempo, conserva huellas islámicas en espacios como el Patio de los Naranjos. Con los siglos se añadieron detalles renacentistas y barrocos, lo que explica la variedad estilística que aún hoy puede observarse en el conjunto.

Uno de los aspectos más singulares es que fue proyectada para “que quienes la vieran pensaran que los sevillanos estaban locos”, reflejando la ambición de sus constructores. Además, en su interior se conservan tesoros artísticos que la convierten en uno de los templos más visitados del mundo. La Giralda y el Patio de los Naranjos han inspirado durante siglos a viajeros y artistas, consolidando la imagen de Sevilla como ciudad monumental.