El Duomo de Florencia, conocido oficialmente como la Catedral de Santa Maria del Fiore, es la iglesia más importante de la ciudad y uno de los monumentos más representativos de Italia. Su construcción comenzó a finales del siglo XIII y se prolongó durante siglos, reflejando el poder económico y cultural de Florencia en el Renacimiento. Lo que más llama la atención es su cúpula, diseñada por Filippo Brunelleschi, que en su tiempo fue un desafío técnico sin precedentes y todavía hoy se considera una de las grandes obras maestras de la arquitectura mundial. Su silueta domina el horizonte florentino y simboliza la grandeza de la ciudad en la época en que se convirtió en centro del arte y el pensamiento europeo. El conjunto lo completan la fachada de mármol policromado, el Campanile de Giotto y el Baptisterio de San Giovanni, formando un conjunto monumental que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
