El Duomo de Florencia es un verdadero símbolo de la ciudad. La visita guiada comienza desde la plaza homónima, adentrándose en la catedral construida entre 1296 y 1398, un reflejo de la riqueza y el poder de Florencia en los siglos XIII y XIV.
La cúpula de Brunelleschi se erige como una obra maestra de la ingeniería que sigue sorprendiendo por su audacia. Los exteriores de mármol blanco, verde y rosa forman uno de los conjuntos más icónicos de la ciudad, mientras que el interior deslumbra con los vitrales de Ghiberti, Andrea del Castagno y Paolo Uccello y el rosetón, que llenan el espacio de luz y color.
En el interior, los frescos del Juicio Final de Vasari y Zuccari ofrecen la superficie pintada al fresco más grande de la historia. Frente a la catedral, el Museo de la Misericordia permite conocer la historia solidaria y hospitalaria de Florencia a través de una colección única de arte y objetos históricos.