El Vaticano es el estado independiente más pequeño del planeta y, al mismo tiempo, uno de los centros espirituales, culturales y artísticos más influyentes de la historia. Su relevancia se explica no solo por su condición de sede de la Iglesia Católica, sino también por la riqueza monumental y artística que alberga. A lo largo de los siglos ha sido escenario de acontecimientos clave y conserva un patrimonio que atrae a millones de personas interesadas tanto en la fe como en la historia y el arte.
