Desde
Cancelación gratuita hasta el último minuto
Punto de encuentro
La excursión comienza en la Casa Les Punxes, en Barcelona.
Hora de salida: 8:30
Visita guiada y tiempo libre
Tiempo libre por tu cuenta para descubrir Girona a tu ritmo.
Duración: 1 h
Tiempo libre
Visita al Teatro‑Museo Dalí (entrada opcional) y parada para comer.
Visita libre
A tu ritmo: uno de los pueblos marineros más fotogénicos de la Costa Brava.
Regreso al punto de encuentro
El recorrido termina en el punto de encuentro inicial.
Excursión a Girona, Figueres y Cadaqués desde Barcelona, una jornada completa para conocer tres destinos emblemáticos de Cataluña. En Girona recorremos su casco histórico con la Catedral, el barrio judío y el Puente Eiffel como protagonistas, además de sus murallas y calles medievales.
La ruta continúa en Figueres, ciudad natal de Salvador Dalí. Allí, de forma opcional, visitaremos el Teatro-Museo Dalí, donde se exponen algunas de sus obras más representativas en un espacio concebido por el propio artista.
Por la tarde, el itinerario llega a Cadaqués, un pueblo marinero en plena Costa Brava. Sus casas blancas, la iglesia de Santa María y la bahía ofrecen un entorno único para pasear o relajarse frente al mar. El regreso a Barcelona pone fin a un recorrido que combina historia, arte y paisajes mediterráneos.
Siempre recomendamos llegar con 15 minutos de antelación para que todo esté preparado a la hora del inicio de la actividad. La excursión dará comienzo a la hora indicada.
Sí. Después de las visitas guiadas, tendrás tiempo para pasear, relajarte o descubrir los sitios recomendados por el guía.
No está incluida por defecto, pero puedes añadirla al hacer la reserva para ahorrar tiempo y tener acceso prioritario.
No necesitas estar en gran forma: las rutas son sencillas y a ritmo tranquilo. Solo ten en cuenta que hay algunas cuestas y tramos empedrados, sobre todo en Cadaqués. Aun así, es una excursión pensada también para familias y viajeros de todas las edades.
Las fotos de los viajeros
En Girona existen túneles medievales ocultos que se usaban para enviar mensajes secretos durante los asedios. Estos pasadizos, escondidos bajo la muralla y entre las casas del casco antiguo, eran claves para la resistencia de la ciudad. Gracias a ellos, los habitantes podían comunicarse, moverse o incluso escapar sin ser vistos en plena guerra.
