Medina Azahara fue la ciudad palatina construida en el siglo X por el califa Abderramán III a las afueras de Córdoba. Se levantó como símbolo de poder político y cultural del Califato de Córdoba, en un momento de esplendor de Al-Ándalus. Su importancia radica en que representa la ambición y el refinamiento de la corte califal, proyectando una imagen de riqueza y prestigio hacia el mundo islámico y cristiano medieval.
