Comenzarás la visita entrando al Coliseo por la Puerta de los Gladiadores, la entrada más temida del Imperio. Aquí, quienes bajaban a la arena no sabrían si volverían a salir.
Pisarás el mismo suelo que vio luchas, rituales y castigos ante miles de romanos.
Con un guía en español, recorrerás el Foro Romano, el centro real del poder: entre templos, altares y discursos, se decidía el rumbo de Roma. Eso sí, todo el mundo hablaba, pero no todos decidían.
La visita guiada termina en el Palatino, una colina cargada de símbolos: residencia de los emperadores, y el lugar donde empezó todo.
Al final del recorrido, no solo habrás caminado por los lugares clave de la Antigua Roma: entenderás por qué todo esto sigue en pie más de dos mil años después.