Lagos de Covadonga

Los lagos Enol y Ercina forman un conjunto de origen glaciar único en la cordillera Cantábrica. Su ubicación en el Parque Nacional de los Picos de Europa los convierte en un icono natural de Asturias y en uno de los paisajes más visitados del norte de España. La combinación de lagos, montañas y praderas ofrece una estampa que cambia con cada estación, reforzando su atractivo a lo largo de todo el año.

Alrededor de los lagos existen varios senderos señalizados que permiten recorrerlos con facilidad. Destacan la ruta circular que une Enol y Ercina, y caminos que conducen a miradores cercanos como el de la Reina o el de Entrelagos. Estas rutas son accesibles para diferentes niveles y permiten disfrutar del entorno sin necesidad de grandes exigencias físicas.

El Mirador de la Reina es uno de los más célebres, ya que ofrece una panorámica espectacular de los lagos y de las montañas que los rodean. También destaca el mirador de Entrelagos, situado entre Enol y Ercina, con vistas privilegiadas de ambos. Estos puntos permiten comprender la magnitud y la belleza del paisaje, convirtiéndose en lugares muy buscados para la fotografía.

Los Lagos de Covadonga han estado siempre ligados a la identidad asturiana. Su proximidad al santuario de Covadonga refuerza la relación entre naturaleza y espiritualidad, convirtiéndolos en un símbolo regional. Además, su presencia en la tradición oral, en el arte y en eventos como la Vuelta Ciclista a España demuestra su peso cultural más allá del ámbito natural.

Su inclusión en el parque garantiza la conservación de un ecosistema de alta montaña en el que conviven especies vegetales y animales singulares. La protección asegura que este entorno natural pueda mantenerse intacto frente a la presión turística. Este estatus refuerza el valor de los lagos como patrimonio natural y como referente del paisaje cantábrico.