Coliseo Romano al atardecer, Roma

Tours a pie y visitas guiadas: Coliseo Romano

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El Coliseo es un anfiteatro construido en el siglo I d.C. en el corazón de Roma. Se levantó bajo los emperadores Vespasiano y Tito, y desde entonces se ha convertido en uno de los monumentos más representativos del mundo antiguo. Situado junto al Foro Romano, formaba parte del centro político y social de la ciudad. Con capacidad para decenas de miles de espectadores, fue escenario de espectáculos públicos como luchas de gladiadores, representaciones teatrales y simulaciones navales. Hoy es Patrimonio de la Humanidad y uno de los símbolos universales de Roma y de la civilización romana.

En la actualidad es posible recorrer gran parte del anfiteatro, incluidas las gradas, las galerías interiores y la arena. El acceso a la arena permite situarse en el mismo lugar en el que tenían lugar los combates y espectáculos en la antigüedad. También se pueden visitar los subterráneos, donde se organizaban los animales y los gladiadores antes de salir al escenario. Estos espacios muestran los sistemas de poleas y pasillos que hacían posible el funcionamiento del anfiteatro. Las zonas abiertas al público pueden variar en función de la conservación y las restauraciones, pero siempre ofrecen una visión completa del conjunto.

A lo largo de los siglos, el Coliseo ha tenido múltiples usos. Tras el final de los espectáculos en la Antigüedad, fue empleado como fortaleza medieval, cantera de piedra para otras construcciones de Roma e incluso como lugar de culto cristiano. Estos cambios de uso reflejan cómo el monumento se integró en diferentes etapas de la historia de la ciudad. También es curioso que, a pesar de los daños sufridos por terremotos y saqueos, gran parte de su estructura sigue en pie. Esto ha convertido al Coliseo en un símbolo de resiliencia y en uno de los iconos universales de la herencia cultural romana.

Sí, el Coliseo ofrece puntos elevados en las gradas superiores desde los que se aprecian tanto el interior del anfiteatro como vistas hacia el Arco de Constantino y parte del Foro Romano. Desde estas alturas se entiende mejor la disposición circular y la escala del edificio.

También desde los alrededores, especialmente en la Via dei Fori Imperiali, se consiguen panorámicas completas del exterior, que permiten observar sus cuatro niveles de arcos y la monumentalidad de la fachada.

El Coliseo ha incorporado medidas para facilitar la accesibilidad de los visitantes. Dispone de ascensores que permiten llegar a los niveles principales, así como rampas en determinados puntos del recorrido. Al tratarse de un monumento antiguo, no todos los espacios son completamente accesibles, pero las zonas más representativas del anfiteatro pueden visitarse sin grandes dificultades. Los carritos de bebé pueden tener limitaciones en algunos tramos, por lo que se recomienda optar por mochilas portabebés para mayor comodidad durante la visita.