El barrio de Triana se extiende en la orilla oeste del río Guadalquivir, frente al centro histórico de Sevilla, al que se une a través del Puente de Isabel II, más conocido como el Puente de Triana. Su localización lo convierte en una puerta natural hacia la ciudad desde el río y en un punto estratégico en la vida sevillana. A lo largo de los siglos, Triana ha sido cuna de marineros, artesanos y artistas flamencos. Su identidad está profundamente ligada al río y a la tradición popular, lo que le ha dado un carácter único dentro de la ciudad. Hoy sigue siendo uno de los barrios más reconocibles de Sevilla, tanto para quienes viven en él como para quienes llegan a visitarlo, ya que condensa buena parte del imaginario cultural de la ciudad.
